43. Después…


Incertidumbre antes de volver


Cuando te quedan pocos días antes de volver a tu país, a tu casa, te asaltan mil dudas: ¿qué pasará cuando llegues a tu país? ¿la gente habrá cambiado como tú? ¿lograrás integrarte a tu casa? ¿qué harás? ¿estudiarás, buscarás trabajo? Tienes la cabeza llena de preguntas y lo más extraño es que se trata de volver a tu casa, a tu ciudad… ¿puede ser que te cueste adaptarte a lo que siempre fue tu vida?


Tatiana (Española, au pair en Francia): “En España las cosas no andan estupendamente como todos sabemos y prefiero guardarme el dinero ahorrado porque no sé si encontraré trabajo cuando llegue, si tardaré en encontrarlo, si tendré que volver a emigrar… no sé nada de mi futuro en ese sentido.

Judi (Norteamericana, au pair en Italia): Me siento orgullosa de mí, de lo que he hecho y de la forma en que lo he hecho y si pudiera echar el tiempo atrás no cambiaría absolutamente nada. Confieso que tengo miedo y nervios de regresar a mi casa y no poderme acostumbrar otra vez a la vida que llevaba antes, de no hallarme de nuevo en mi vida porque ya no soy la misma que salió de mi país hace nueve meses, para bien o para mal esta experiencia te cambia muchísimo, así que sólo me queda desear lo mejor y esforzarme para adaptarme a todo de nuevo.

Belinda prefiere tomarse un tiempo, una especie de transición entre su vida de au pair y la vuelta a su vida “de antes”. Este tiempo puede ser muy provechoso para pensar en tu futuro, en lo que quieres hacer.

Belinda (Venezolana, au pair en Estados Unidos): “Terminé el contrato con la familia y me mudé a San Francisco durante todo un mes gracias a la generosidad de mi amiga, disfrutando de la ciudad y de mí misma para reflexionar en cuál sería el siguiente paso.

Volver a casa es también perder la independencia económica que tenías siendo au pair, ganabas tu dinero, era poco, pero te daba la posibilidad de ser autónoma, de salir, de comprarte esto o lo otro.

Yvonne (Danesa, au pair en España): “El “problema” será adaptarme a mi nueva-antigua vida y mirar qué hacer para no pasar tanto tiempo en mi casa; ahora soy una persona independiente económicamente, y eso cambia mi vida por completo. La idea que tengo es buscar un trabajo de medio tiempo cuando llegue a mi país, ojalá pueda hacerlo.

Volver a encontrar a tu gente


Después de tantos meses de separación, de sólo verse tras una pantalla e intercambiar cientos de mensajes, por fin ahí están todos: tu familia, tu novio, tus amigos, tus mascotas. ¡Cuánta emoción!

Ann (Inglesa, au pair en Austria): Pasé la puerta de llegada del aeropuerto y ahí estaban todos: mis padres, mi hermano, mi hermana, mis abuelos y mis dos mejores amigas, nos pusimos a reír, llorar, abrazándonos todos y montando el show. ¡Qué alegría!

Rebecca (Española, au pair en Canadá): Llegué a mi casa. Mis tíos, con mi primito, mis hermanas, mis abuelos... estaban allí esperándome. ¡Mi madre y mi abuela incluso lloraban! Qué agradable es poder ver que todos los tuyos están bien.

Volver a ver a tus amigas te ayudará a que te sientas a gusto, de nuevo en “tu ambiente”, tendrás mil anécdotas que contarles y ellas te pondrán al tanto de lo que ha pasado mientras tú no estabas.

Sonia (Española, au pair en Estados Unidos): A mis amigas me les aparecí de sorpresa el jueves en la noche, nos dimos un abrazo triple y no me sentí rara para nada, nuestra amistad sigue intacta a pesar de que durante mi año en USA no tuvimos mucho contacto. En ese momento me alegré de estar aquí, porque allá ya me estaba sintiendo sola. El problema de ser au pair es que tus amigos siempre van a variar, porque cuando tú llegas hay otras au pairs que están a punto de irse. Hice amigos, pero ninguna de esas amistades me hizo sentir tan cómoda como mis viejas amigas.

Estar lejos de tu novio ha sido muy difícil, es hora de volver a estar con él y disfrutar de su presencia y de su amor. Un chico que te ha sabido esperar tanto vale mucho.

Kim (Sueca, au pair en Portugal): “Mi novio ya me tiene hasta el menú preparado con todas las cosas que me gustan para los primeros días, entre él y mis padres me van a cebar la primera semana, pero me dejaré con gusto.

Jennifer (Belga, au pair en España): “El lunes mi chico y yo nos fuimos de viaje al norte. Alquilamos una casa rural y nos pasamos unos días recorriendo playas, lagos, parques naturales, acantilados… con un sol inusual para el lugar y las fechas, que nos acompañó casi todo el viaje… ¡incluso nos bañamos en una de las playas! ¡Os podéis imaginar cómo fueron esos días! Era una extraña sensación entre “hubo unos días en los que creí que esto no iba a suceder nunca” y “¿en serio estuve un año fuera?” No sé si lo explico bien.

Las mascotas son increíbles, por mucho tiempo que te hayas ido, siempre se acuerdan de ti y cuando llegas te hacen una demostración loca de su amor por ti.

Constance (Francesa, au pair en Estados Unidos): “Lo primero que hice fue subir a dejar las maletas a casa y a ver a mis perritas. Las dos me reconocieron en cuanto me vieron, aunque la verdad es que no daba abasto para achucharlas a las dos a la vez, a pesar que me parecieron súper pequeñas en comparación con el enorme Golden Retriever que tenía en Los Ángeles.

Volver a acostumbrarte


Puede parecer raro, pero al volver a tu casa, en tu país, en tu ciudad, con tu gente, te darás cuenta de que aunque esta sea tu vida “de toda la vida” es posible que te cueste acostumbrarte…

Algunas personas vuelven a integrarse con muchísima facilidad, aunque hayan cambiado con la experiencia de au pair, vuelven a adaptarse perfectamente y muy rápidamente a su antigua vida.

Beth (Inglesa, au pair en Francia): “No hubo ninguna complicación, todo el mundo seguía aquí, como cuando me fui, las cosas estaban exactamente en el mismo sitio en el que las dejé y todo el mundo me estaba esperando con los brazos abiertos. No pudo ser más fácil.

Tina (Española, au pair en Estados Unidos): Cuando me marché de au pair, lo que más miedo me daba es lo que me perdería al no estar "allí", en mi tierra. Pero cuando regresas, te das cuenta de que nada ha cambiado. Tu familia sigue igual, más felices que nunca al verte. Tus mascotas te siguen recordando y te demuestran que para ellos, desaparezcas el tiempo que sea, ahí seguirán para recibirte como si hiciera meses que no te ven (aunque esta vez, sea verdad). Tus amigos siguen visitando el mismo bar cada viernes, y aún frecuentan el Mc Donald’s a las tres de la mañana del sábado, te cuentan todos los cotilleos que te has perdido; Marujita ha cortado con Menganito y alguno que otro ha hecho alguna que otra locura.

Para otras au pairs, son cambios mínimos pero sí que se notan como les cuesta un poco volver a acostumbrarse tras unos meses o un año fuera.

Puede ser la cama que pasó de ser la más cómoda a parecerte muy dura después de probar otra…

Lucinda (Mexicana, au pair en Francia): Uno de los momentos más difíciles fue cuando toqué de nuevo mi cama, antes de irme era la mejor del mundo… ¡pero esta vez se me hizo muy dura! Me volví un poquito exigente; no pude dormir bien los primeros dos días pero ya me acostumbré de nuevo.

O el clima que tanto cambia de una región a otra…

Linda (Argentina, au pair en Estados Unidos): Al otro día me tocó desempacar maletas y eso me tomó casi todo el día, al final ya estaba desesperada porque en mi viejo armario ya no cabía una aguja; me tocó sacar muchísimas cosas para regalar. Lo único malo es que de Estados Unidos me traje casi toda la ropa para el frío y aquí me ando muriendo de calor; obviamente pasar de 8°C a 27°C no es que sea fácil.

El jetlag, este cambio de horario que sufriste a llegar a casa de tu HF de nuevo te da problemas, insomnios cuando hay que dormir y sueño cuando hay que estar despierta…

Tracy (Norteamericana, au pair en Italia): Mis primeras semanas en Estados Unidos. Unos días maravillosos rodeada de mis seres queridos (incluyendo a mis perritas, claro) y buena comida y luchando contra el jetlag que estuvo conmigo durante tres o cuatro días.

Tras haber necesitado unos cuantos días para adaptarte a tu nueva moneda durante tu experiencia de au pair, resulta que te vuelve a pasar lo mismo en tu propio país… Lo más divertido es esta costumbre de expresarte de manera espontánea en ese idioma que tanto te costó aprender y ver las caras de los que saben que no eres extranjera.

Kira (Polaca, au pair en Inglaterra): “Para mí, volver a Polonia fue tan normal que me resultó súper raro, quiero decir, porque tenía la sensación de que en realidad nunca me había ido, así que me adapté súper bien, me esperaba otra cosa, no sé muy bien el que la verdad. Al principio si tuve algunos problemas con mis “Ok, sorry y Oh my God”, que salían de mi boca en los momentos más inesperados, pero en seguida me hice con ellos. También me costó comprender de nuevo los euros (no sé, yo encuentro las complicaciones en las cosas más simples). Y el primer día se me hacía raro (incluso molesto) entender tan bien a todo el mundo, pero me duró poco.

Para otras au pairs el proceso de readaptación es más largo y complicado. Conforme pasaba el tiempo, te dabas cuenta de que tú estabas cambiando, estabas aprendiendo mucho de ti, estabas madurando, pero no pensaste que tu vida en tu país de origen pudiera ser diferente. Ahora puede ser que te des cuenta de que no sólo tú has cambiado, sino también los demás, que al irte tanto tiempo quizás te sientas un poco desplazada, fuera de lugar. No te preocupes, en unas semanas estarás tan integrada como antes.

Daisy (Venezolana, au pair en Estados Unidos): El choque emocional de mi vuelta ha sido más grande de lo que cualquiera pensaría… es tremendo ver, que no tengo lugar aquí, que estoy homeless… que la vida siguió su curso y yo ya no estoy incluida. Así como fue irme, regresar tiene su proceso de adaptación también. Necesito volver a incluirme en el sistema. En mi ciudad, todo el mundo está en su cuento trabajando y haciendo sus cosas, no todo el mundo estaba esperándome en el aeropuerto para abrazarme. Y eso fue todo un choque emocional.

Tiffany (Norteamericana, au pair en Francia): Con los días me fui acostumbrando de nuevo a mi vieja vida, me tomó alrededor de un mes para poner los pies en la tierra.

De la misma manera que era importante tener vida social cuando eras au pair, es imprescindible volver a salir con tus amigos cuando vuelves a tu casa, claro que habéis cambiado, claro que tu experiencia te hace ver las cosas de otra manera, pero no te encierres.

Ginny (Inglesa, au pair en Alemania): Ya llevo casi cuatro meses en casa, suficiente tiempo para estar adaptada, el único problema ha sido mi vida social: me la paso encerrada la mayor parte de los fines de semana, no sé dónde están los amigos que tenía antes de irme, ya no le encuentro gracia a irme de fiesta. La vida me cambió completamente, he estado demasiado sola y eso me pone triste a veces.

Quizás el cambio más grande al volver a tu casa es que vuelves a ser hija. De ser au pair, responsable de tus HK, vuelves a ser la niña de tus padres… La hija que vive en casa de sus padres, que debes obedecer a ciertas normas, tu papel cambia y eso puede ser difícil. Siendo au pair tenías bajo tu responsabilidad niños que dependían de ti, ahora nadie depende de ti. Ganabas tu sueldo y eras muy libre de hacer muchas cosas sin tener que rendir cuentas a nadie. Toda esta experiencia ha hecho de ti una adulta, una persona responsable y con ganas de independencia. Volver a ser hija puede ser un poco frustrante.
Gabriela (Chilena, au pair en Canadá): “Volver a casa, abrir la nevera y encontrar comida de verdad, sentirme pobre y sin dinero, ser una simple estudiante, montar en bus y olvidarme del jeep que manejaba, tener un poco más de reglas, vivir con papá y mamá, sentir que mi ciudad es un pueblito donde todo el mundo se conoce… ¡definitivamente la mente y la percepción de las cosas me cambiaron! Este año en Canadá me dejó mucho más que un buen inglés. No lo repetiría, pero no me arrepiento de todo lo que hice.

Echas de menos a tu HF y tu vida de au pair


Cuando eras au pair, mil cosas te molestaban, cuando te quedaba pocos días para irte te diste cuenta de que, finalmente, te sentías a gusto, ahora que la aventura se ha terminado, te das cuenta de cuánto echas de menos a tu vida de au pair.

Mara (Alemana, au pair en Estados Unidos): “Echo cosas de menos de allí: a las niñas, al perro, New York, los coches automáticos (volver a comprender que aquí los coches tienen tres pedales y tienes que usar los dos pies para conducir no ha sido del todo fácil) y por supuesto mis fines de semana de locura.

Louise (Belga, au pair en Inglaterra): A veces pienso en mi antigua vida en Londres... que a tal hora estaría recogiendo al peque del cole... pienso en mis paseos por Londres, en mis viajecitos, en mis Starbucks...

Y claro está que echas de menos a tus HK y el resto de tu HF si vuestra relación era buena.

Beth (Norteamericana, au pair en España): Aún ahora, mes y medio después me acuerdo muchísimo de ellos, los echo mucho de menos, y no puedo ver fotos de ellos sin que se me salten las lágrimas. Creo que les quiero demasiado.

Mantener el contacto con tu HF


En general las HF y sus au pairs siguen en contacto unos años, verás a los niños crecer y si no eran muy pequeños es muy probable que se acuerden de ti para siempre. Hoy en día, gracias a Internet, es fácil mantener un contacto continuo.
Andrea (Boliviana, au pair en Estados Unidos): Me mensajeo con mi host mum, a veces por Facebook y a veces por email y con mi host dad también algún mensaje me he mandado. Me han dicho muchas veces que con las nuevas au pairs todo va bien y que son muy amables pero que no era lo mismo y que los niños muchas veces se equivocan y las llaman por mi nombre. Y que me nombran muchísimas veces diciendo cosas que yo hacía o que decía o simplemente preguntando cuándo voy a volver. Ayer mi host mum me mandó un mensaje al Facebook para decirme que estaba sentada en la cocina tomando un té con la nueva au pair y que se estaba acordando mucho de aquellos días cuando lo hacíamos nosotras.

Jessica (Ecuatoriana, au pair en Francia): Sigo en contacto con la familia nos mandamos emails y hablamos una vez por Skype. Creo que es una experiencia increíble y quien esté dudando que la viva, que vale mucho la pena.

Y si las circunstancias de la vida os lo permiten, os podréis volver a ver. Los encuentros au pairs/HF son siempre muy emocionantes.

Agata (Española, au pair en Irlanda): “Vamos a volver a vernos: mi HM va a venir a verme a España y yo voy a volver el verano que viene si todo va bien. Y, si todo va aún mejor, volveré para terminar aquí mis estudios e instalarme en este país que me tiene enamorada.

Sigrid (Alemana, au pair en Francia): “Yo le he dicho a mi HK que por supuesto que iría a visitarla en el futuro, si tengo dinero, y que ella tiene mi casa de Alemania abierta siempre que quiera venir a verme. Me ha dicho que cuando sea mayor vendrá. Y yo le he dicho que si quiere cuando tenga 18 años puede ser mi au pair si tengo hijos por entonces. ¡Le ha encantado la idea, le ha parecido súper guay! pero me ha dicho que en Alemania ella no podrá hablar y le he dicho que así aprendería. Súper ilusionada la tengo con el tema.

Buscar/encontrar trabajo


Ahora que se ha terminado tu experiencia de au pair y que te has vuelto a integrar totalmente a tu vida, es hora de pensar en el futuro… ¿Qué vas a hacer? Algunas au pairs vuelven a la universidad para terminar sus estudios, otras empiezan una carrera después de un año “sabático”, aunque ya sabemos que ser au pair no tiene nada de “sabático”. Otras se lanzan al mercado laboral, con la ventaja que da saber un idioma más, puede resultar más fácil encontrar trabajo. Aunque todos somos conscientes de lo difícil que es el mercado laboral hoy en día donde exigen mil diplomas, veinte idiomas y cien años de experiencia para un sueldo de risa… Pero sé positiva ¡Ánimo!

Coleen (Irlandesa, au pair en Bulgaria): Yo ya empecé la búsqueda y espero tener suerte pronto. De momento me han hecho una entrevista telefónica de un sitio y me han citado para hacer una entrevista para otro. La verdad es que hay bastante trabajo por aquí, se ven muchos carteles en tiendas y bares que necesitan gente y luego los que tienes que solicitar por internet. Como plus, esta época es la mejor porque hay gente que sólo viene a trabajar de verano y vuelven a sus países.

Judi (Austriaca, au pair en Francia): “Tuve bastante suerte porque encontré un trabajo muy rápido, por las tardes, impartiendo clases a niños con una metodología japonesa de la que no había oído hablar pero que me está encantando conocer y de la que estoy aprendiendo un montón. Son muy poquitas horas, pero como digo, el trabajo me encanta.

Irte de nuevo


Cuando has probado el sabor del viaje, es difícil olvidarlo. Muchas antiguas au pairs no se quedan satisfechas quedándose en su ciudad y pronto sientes las llamadas de las maletas y los guiños del pasaporte, quieren volver a sentir esta sensación de tener que aprenderlo todo, descubrirlo todo, empaparse de lo desconocido y seguir absorbiendo lo que el mundo propone.

Tus ganas de irte pueden provocar cierta incertidumbre mientras buscas la mejor manera de satisfacer tus deseos.

Kristina (Danesa, au pair en Irlanda): Quiero acabar ya la universidad y mirar qué hacer con mi vida. Ando buscando una práctica en el exterior por seis meses pero eso tampoco se me ha dado todavía. Ya no me veo más en mi país, pero tampoco encuentro la manera de irme. Estoy en un punto maluco, no sé para dónde voy ni con quién. Será tener paciencia, ya veremos qué pasa…

Puedes estudiar una carrera que te permita luego hacer prácticas en el extranjero.

Ann (Finlandesa, au pair en Alemania): Mi intención es estudiar algo que se parezca a "empresariales internacional", hoy en día hay tantos nombres para todo que ya no sé ni cómo se llama lo que quiero hacer,  en Alemania, Austria o Inglaterra.

En Europa existen las becas Erasmus para los estudiantes, aunque el dinero sea poco, es siempre una ayuda bienvenida y te permitirá estudiar nueve meses en el país que elijas.

Kathie (Francesa, au pair en Austria): En octubre empiezo mi año Erasmus en Alemania.

Otra manera de irte de nuevo es buscar un trabajo en el extranjero, tu experiencia de au pair te dará un gran ventaja, no sólo porque hablas un idioma más, sino porque puedes demostrar que ya sabes lo que es vivir en el extranjero, adaptarte a otro país y que eso, lejos de asustarte, te encanta.

Connie (Alemana, au pair en Estados Unidos): Tuve un par de entrevistas que no me llamaron la atención, el proceso se iba poniendo cada vez peor y yo más estresada. Iba llegando la hora de terminar las materias de la carrera y yo aún no conseguía trabajo. Decidí aplicar a una práctica en Brasil, sabía que ese trabajo era muy apetecido, así que me puse las pilas y estudié mucho para la entrevista. Me fue excelente, pasé a la segunda fase. Me dejaron esperando un par de semanas para saber los resultados, y finalmente me dijeron que había sido seleccionada. En ese momento la emoción fue grandísima, inexplicable. Por fin conseguí lo que había estado buscando durante este tiempo; gracias a mi esfuerzo y paciencia ¡me voy de viaje de nuevo! Espero viajar a Brasil en julio, siete meses después de haber llegado de los Estados Unidos. Estaré allá por lo menos seis meses con posibilidad de un año. Tengo tiempo para ver qué pasa con mis ganas de volver a Estados Unidos, porque aún sigo pensando tener una vida en ese país.

Volver a ser au pair


Pues sí… Algunas chicas quieren volver a ser au pairs. Aunque sepas que no todo es de color rosa y que hay momentos muy duros, puede ser que te apetezca otra vez. Entonces adelante, ya sabes todo lo que tienes que hacer, sabes lo errores que no hay que cometer y tu experiencia sólo puede ser mejor.

Donna (Argentina, au pair en Canadá): Volver a ser au pair: ¿Sabéis eso que dicen que después del parto las mujeres liberan una hormona que les hace olvidar el dolor sufrido? Pues creo que me ha pasado algo así y me apetece ser au pair de nuevo.

Si tu relación con tu HF es buena, estarán encantados de que vuelvas a vivir con ellos. Y tú sabrás que estarás a gusto y con la posibilidad de mejorar algunos puntos que no te convenían.

Sophia (Belga, au pair en Italia): Desde el momento que terminé la experiencia el verano pasado ya tenía claro que si era posible quería repetirla este verano. La única duda era si con la misma familia o con otra nueva. La opción de repetir tenía en contra que no conocería un nuevo lugar. A favor, todo. Volver a ver a mi HF (les echo muchísimo de menos), volver a mi queridísima ciudad, saber que siempre voy a tener algo que hacer o a algún lugar adonde ir, conozco gente (al final fue mejor no haber hecho amigas que fueran au pairs sino chicas que vivieran allí), sé que voy a estar a gusto y que me van a tratar bien.

Otras chicas vuelven a ser au pair para seguir mejorando un idioma o aprender otro, ya que sabemos que no hay nada mejor que una inmersión total para aprender rápidamente cualquier idioma. En algunos casos, ser au pair es la única solución que hay, en este momento, para irse al extranjero tras agotar las otras posibilidades, entonces tómatelo con filosofía, vuelve a vivir esta experiencia con paciencia y mucho positivismo.

Lisha (Austriaca, au pair en Inglaterra): En un primer momento no tenía planeado repetir experiencia como au pair, pero tras desechar varias opciones, como la de hacer un Servicio de Voluntariado Europeo o la de alquilar una habitación en algún lugar de Inglaterra y hacer un voluntariado por mi cuenta, decidí que lo mejor era volver a ser au pair.

► GRACIAS POR TU COMENTARIO, 100% AU PAIR ES TU VOZ ◄

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...